Congreso Cultural Cabimas 2008

El colectivo PRV-TERCER CAMINO, luego de una productiva discusión realizada en la ciudad de Mérida, y analizando la realidad nacional ratifica que la crisis actual presente en el país tiene un carácter estructural, dejando en estos años de gobierno “bolivariano” un saldo de injusticia y desesperanza. Es una crisis con detalles novedosos, ya que además de expresarse de una forma política, económica y social, tiene también y de manera muy peligrosa, una situación de crisis ética y moral, que toca lo más alto de la esfera gubernamental; hasta el punto que el narcotráfico y la corrupción generalizada, antes de ser castigada y censurada como conducta social vienen a ser la expresión más perversa de un gobierno que se hace el desentendido, como si los señalamientos y acusaciones no le involucrara, y por otra parte conduce toda su ejecutoria para ocultar y proteger a los responsables de estos delitos.

Aunada a esta situación se manifiesta una alta inflación que sigue empobreciendo a los sectores medios y a los más humildes de la sociedad; una deuda externa impagable, contraída por el gobierno para el beneficio de las burguesías y oligarquías de otros países a costa del hambre y la miseria de nuestro pueblo, además de hipotecar de esta manera el futuro de todos los venezolanos. La ausencia de una política de vivienda; la crisis educativa en especial de las universidades; el desempleo; la crisis hospitalaria; la represión contra los que manifiestan públicamente su descontento contra las políticas salariales; la negación de los contratos colectivos para los trabajadores; el asesinato y el encarcelamiento contra los lideres sindicales y estudiantiles; los juicios políticos amañados contra los caciques de las etnias indígenas; las privatizaciones y entrega de la soberanía a través de las empresas mixtas; los privilegios groseros de una clase política que devenga “salarios” y “beneficios” que pisotean la dignidad de los venezolanos; la situación de los damnificados que albergan en refugios (recordando los campos de concentración) porque el gobierno no ha sido capaz de implementar una política habitacional para sacar a los pobres de nuestros cerros y de las márgenes de ríos y quebradas, pues han sido los únicos lugares donde los excluidos pueden construir sus ranchos; la malversación de fondos. En fin es una crisis producto de modelos agotados enmarcados dentro de ese hibrido del capitalismo que combina al estado y los propietarios individuales de la vieja y nueva burguesía; y que sólo favorece a los que sustentan las cuotas de poder económico y político, que los partidos se reparten a nombre de la democracia, a través de procesos electorales amañados y fraudulentos, donde se vota, pero no se elige.

Tenemos un gobierno, que a pesar de sus promesas durante estos casi 12 años, se asemeja cada vez más a los gobiernos del llamado punto fijismo, acostumbrados a manejar el país como una hacienda particular, hoy con mucho más dinero, sin control alguno, pues el resto de los poderes se encuentran secuestrados a punta de billetes, que entran por concepto de la renta petrolera

LOS ACUERDOS INTERNACIONALES
De otro lado, las políticas internacionales del gobierno, solo han dejado mayor dependencia con los países más desarrollados, ahora no es solamente con los Estados Unidos, sino con Rusia, China -entre otros- tan imperialistas y expansionistas como todos los imperios que han existido en la historia.

A nivel de América Latina los acuerdos con el gobierno de Colombia, en materia militar, económica y política, simplemente reactivan los planes del pentágono norteamericano, poniéndose de acuerdo ambos países en el fortalecimiento del plan Colombia y el plan Puebla Panamá, donde se articulan las fuerzas policiales-militares para reprimir cualquier brote insurreccional, que ponga en peligro sus estructuras de poder y garantizar la continuidad y construcción de oleoductos, gasoductos y poliductos, que llevaran el petróleo y el gas a Texas, pasando su recorrido por Centro América, tal como lo anunciaran ambos mandatarios en el último encuentro sostenido por Santos y Chávez, para complacer las exigencias del imperio que Chávez en sus discursos dice combatir.


En otras palabras se reactiva la doctrina militar norteamericana, que se hace sentir con mayor fuerza en el eje fronterizo colombo-venezolano y sobre todo del lado de Venezuela, donde los estados Táchira, Barinas, Apure, Zulia, Mérida y Trujillo, son victimas del paramilitarismo que a su vez lleva al secuestro, contrabando de gasolina y narcotráfico -entre otros delitos- producto de la complicidad de sectores policiales y militares, tanto de Colombia como de Venezuela, formándose carteles que controlan la región y donde se habla incluso del cartel de los soles. Alimentando de esta manera la guerra de baja intensidad.

LA CONFORMACIÓN DE UN FRENTE PATRIOTICO
La patria que tenemos hoy día se encuentra herida mortalmente por quienes a nombre del socialismo la saquean, la roban y la asesinan, sin importarles el mañana, lo que hace hoy más que nunca la necesidad de agrupar y fortalecer el movimiento patriótico, nacionalista y revolucionario, para evitar males mayores y para tales fines hemos propuesto la conformación de una especie de junta patriótica, que sea capaz de canalizar el descontento general de nuestro pueblo, donde civiles, militares y diversos sectores de las distintas iglesias, la conformen, con un programa económico, político-jurídico y social, que sea producto del consenso y que desemboque en la convocatoria de una asamblea nacional constituyente originaria, como resultado de hechos constituyentes, de un pueblo en la calle conciente de su responsabilidad histórica, que evite a su vez, que los partidos políticos y sus respectivas clases, puedan capturarla y evitar las aspiraciones de cambio que tanto desea nuestra población.

Es hora de unir esfuerzos para salvar la patria de la acción depredadora que ayer el punto fijismo y hoy el llamado socialismo del siglo XXI, han cometido contra la nación venezolana, es una tarea que requiere gran voluntad y sacrificio, si es que queremos un proyecto civilizatorio distinto a los que conocemos hasta ahora, donde se rompa con la verticalidad del poder y donde el pueblo sea forjador de su propio destino.

Sabemos que sigue siendo una dura lucha y donde las dos burguesías, la vieja y la nueva, al verse amenazadas coincidirán en unificarse para salvar sus respectivas cuotas de poder, pero tendrán que enfrentar al glorioso bravo pueblo que saldrá a combatir con sus militares patriotas y una iglesia que tendrá que bendecir a todos los que nos oponemos a que la patria la sigan entregando al capital foráneo, que cree que el país es una mercancía que pueden vender y que pueden comprar.

Seguimos siendo junto al pueblo, la consigna que enarbolara Argimiro Gabaldon,

Somos la fe, la alegría y la vida en tremenda Lucha contra la tristeza y la muerte”.