No al Imperialismo

Ni Chino, Ni Ruso, Ni EE.UU

Todas las entradas

Contacto

Administrador:

ccc2008mcy@gmail.com

FRASES:

“Tu nivel mas alto de ignorancia es cuando rechazas algo de lo cual no sabes nada”
Wayne Dyer

“La Lucha de pocos, vale por el futuro de tod@s
Neomar Lander
(1999-2017)
Cabimas 2008. Con la tecnología de Blogger.

Social

Quienes Somos

Mi foto
“Yo he sido tierra desangrada y tan solo me han restañado mis heridas con el falso bálsamo de un utópico progreso donde la verdadera cultura ha sido nula. Mis hijos tan sólo se han contentado en ver alzarse tormentosos, chupadores de mi savia. Me han llenado de úlceras; pero hoy me he sentido con mi corazón repleto de alegría y esperanza ante la presencia de este evento que me ha traído un mensaje de un porvenir espiritual que redundará en progreso material, también. Así lo dice hoy la ciudad de Cabimas en este día glorioso”. Salvador Valero. Cabimas 1970.

Ultima Entrada

Una Opinión No-Cinematográfica EL HIJO DE SAÚL

Liberate

Entrada Popular

Se tu, SER

Entradas Recientes

PUEBLO ellos SON:

PUEBLO ellos SON:
NO te dejes engañar, un DISCURSO con otra ACCION = FASCISMO
Dr. Edgar Jaimes Prof. Titular Jubilado del NURR-ULA
El objetivo de este artículo es el de iniciar un debate en torno a la sostenibilidad energética, entendida como el proceso autoregulado de transformación, consumo y disipación de la energía disponible para el desarrollo humano en sus dimensiones social, económica y ambiental

En términos planetarios, la energía útil global surgió a partir del intercambio de materia, energía e información que se estableció en la superficie terrestre desde que comenzó la vida en ella hace más de tres mil millones de años. Hasta nuestros días y, probablemente, por unas seis o siete generaciones más, esa energía será aún suficiente para sustentar la vida humana.


Esto es posible debido a la alta capacidad amortiguadora (resiliencia) del planeta tierra que, en cierta medida, ha mantenido un control en el aumento de la entropía global, principalmente la producida por la actividad humana desde sus comienzos, hace unos diez mil años, pero que en tan solo los últimos 58 años (1950-2008), ha incrementado en forma exponencial a tal punto que el calor disipado por el consumo desproporcionado de la energía útil de la tierra, sobretodo la no renovable, ya desencadenó el calentamiento global del planeta, similar al que ocurrió hace 50 millones de años que extinguió la totalidad de los seres vivientes de entonces.

Mientras tanto, son evidentes los beneficios que la energía, aún disponible, proporciona a la humanidad en función a satisfacer sus necesidades básicas, tales como el saneamiento ambiental, producción, distribución, almacenamiento y procesamiento de los alimentos, suministro de agua potable, electricidad, higiene y salud pública, además de la producción y extensión del conocimiento junto con la creación, transmisión, intercambio y acceso a la información, entre otras.

Ciertamente, según González Arriaga (Energía y Desarrollo Sostenible, 2004), citando varias fuentes, determinó que un 80% de la demanda global actual de energía proviene de combustibles fósiles, –como el petróleo (36%), el carbón (23%) o el gas natural (21%)–; la energía nuclear proporciona un 6%, las grandes centrales hidroeléctricas un 2%; las formas avanzadas de energías renovables –tales como solar, eólica y mini-hidráulica – otro 2%; mientras que la utilización tradicional de biomasa –forma principal de suministro energético de los 2.000 millones de habitantes menos desarrollados energéticamente–, representa el 10% restante..
En artículos anteriores he analizado el problema de la pobreza y el hambre en el mundo. Nuevamente surge esta preocupación ya que está muy relacionado con la desigual distribución y usufructo de los recursos energéticos. En efecto, poco más de un tercio de la humanidad, esto es, 2.250 millones de personas, no tienen acceso a las formas avanzadas de energía: electricidad o combustibles líquidos o gaseosos. Por el contrario, los 30 países más ricos del mundo, que integran la OCDE –la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico–, con cerca del 15% de la población mundial consumen el 53% de estas formas avanzadas de energía, contaminando la biosfera con emisiones de dióxido de carbono (CO2) a una tasa de 12,4 toneladas por persona, mientras que en los países de medianos ingresos éstas son de 3,2 toneladas y en los de ingresos bajos de 1,0 tonelada, siendo estos últimos los más vulnerables a los impactos ambientales adversos, como son los efectos anticipados del cambio climático mundial.

Esto significa que la necesidad de disponer de una cantidad suficiente de energía avanzada o de alta calidad, debería ser considerada como uno de los derechos humanos fundamentales en el siglo XXI. De allí que la seguridad del abastecimiento energético y el precio de la energía son factores imprescindibles para el desarrollo socio-económico. Sin embargo, también está demostrado que muchas de las formas actuales de producción y consumo de la energía reducen la capacidad de sustentación de la biosfera, entonces es pertinente preguntarse: ¿Cuan sostenible es la tasa actual de producción-consumo de energía, particularmente la de los 30 países más ricos?

En una sociedad dirigida por la alta entropía, como la actual, lo característico es la maximización del flujo energético, es decir producir energía para satisfacer no solo necesidades humanas básicas sino los consumos de lujo. En síntesis, el sistema energético actual es insostenible por razones de equidad y por problemas ambientales, económicos y geopolíticos que tienen implicaciones a muy largo plazo.

En este sentido, es pertinente destacar tres problemas asociados con este elevado flujo de energía, indicados en el Informe Mundial de la Energía (2000), esto es: 1º) Los combustibles avanzados y la electricidad no son universalmente accesibles, lo que constituye una desigualdad que tiene implicaciones morales, políticas, éticas y estéticas en un mundo cada vez más globalizado. 2º) El sistema energético actual no es lo suficientemente fiable o asequible económicamente como para soportar un crecimiento económico generalizado. La productividad de un tercio de la humanidad está seriamente comprometida por la falta de acceso a las formas avanzadas de energía y tal vez otro tercio sufre penalidades económicas e inseguridad a causa de un suministro energético poco fiable. 3º) Los impactos negativos, –tanto a nivel local, como regional y global–, de la producción y del uso de la energía amenazan la salud y el bienestar de la generación actual y de las futuras.
jaimes@ula.ve


El político alemán del siglo XIX, Otto von Bismark
Afirmaba que nunca se miente más como se miente antes de las elecciones, durante la guerra y después de la cacería.

De estar en lo cierto von Bismark se tendría el porqué el Gobierno de Hugo Chávez se ha convertido en una fábrica de elaborar mentiras. Y es que lo que más ha abundado en la década de Chávez son elecciones, batallas y cacerías, entre los que se cuentan: 15 procesos electorales;varias batallas como la de Santa Inés y la de Maisanta para combatir referendos y comicios regionales, con batallones y toques de Diana incluidos; y cacerías de todo tipo contra el sector opositor que arrecian tras cada contienda electoral, la gane o la pierda.

Entre las mentiras del decenio de Chávez y su combo se cuentan:
1- La afirmación de Aristóbulo Istúriz de que la Unesco había declarado a Venezuela libre del analfabetismo. Burda mentira, no sólo la Unesco jamás hizo tal declaración, sino que según un estudio del economista Francisco Rodríguez, publicado hace poco más de un año, el analfabetismo no había variado en lo más mínimo en los primeros 8 años de Gobierno.


2- Llenarse la boca pregonando que los programas de Barrio Adentro, han mejorado la salud de la población más necesitada. Si bien Barrio Adentro ha traído algunos beneficios a las barriadas del país, no es cierto que el sistema de salud sea hoy mejor que en los gobiernos democráticos del siglo XX. Por el contrario, el sistema hospitalario está colapsado, los centros ambulatorios están en extinción, la mortalidad infantil sigue en galope, y han reaparecido enfermedades infectocontagiosas erradicadas en el país en el siglo pasado, entre ellas, la tuberculosis, el Mal de Chagas, la Malaria, y que Dios nos guarde, la parotiditis, la lechina y el sarampión.

3- Jactarse de que en los últimos 10 años de revolución salieron de la pobreza 2.733.100 ciudadanos. Una tamaña falsedad que no se la cree nadie. La base de esta mentira es el cambio de la forma de medir la pobreza que hizo el Instituto Nacional de Estadísticas en el 2000. Ese año el INE comenzó a utilizar sus propias estimaciones de precios, basadas en unos valores para las canastas normativas básica y de alimentos muy inferiores a los que se presentan en la realidad. Si el INE trabajara con la canasta del Centro de Análisis de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas), de seguro se tendría que los índices de pobreza serían el doble de lo reportado.

4- Pregonar que el desempleo bajó en la década de 12% a 6.1%. Otra mentira más, dado que el INE se basa para el cálculo de ese índice en una definición de empleo que, por decir lo menos, es deficiente. Entre otras, excluye de la población económicamente activa a las personas que aunque están en edad y desean trabajar reciben subsidios del Gobierno o participan en alguna misión. La CTV asegura que las cifras del INE incluyen personas que están subempleadas o no tienen un empleo digno y estima que el desempleo real está en 15%.

A éstas mentiras se le agregan otras que parecen una tomadura de pelo del mandatario: que en Mercal no hay inflación porque los precios no suben.

Otras mentiras son silentes y dramáticas: Desconocer el grave problema de inseguridad, cuando sólo el fin de semana del referendo por la enmienda inconstitucional el crimen anarquizado cobró 63 vidas en Caracas.

Y la mentira más descarada: Vanagloriarse de producir 3,5 millones de barriles diarios de petróleo, cuando a duras penas están produciendo 2,5 millones.

Parafraseando al psicólogo austriaco Alfred Adler, tantas mentiras no tendrían sentido si la verdad no fuera percibida como peligrosa.

http://www.veneconomy.com

Por: Domingo Alberto Rangel
Cualquier observador, venga de otro país latinoamericano, de otro continente o del infierno, apenas necesitaría unos minutos para admitir que en Venezuela no habrá solución electoral al problema del poder. Las dos camarillas en que se ha dividido la clase dominante no se otorgan cuartel ni siquiera en los aspectos más triviales de la lucha política. La elección de un Alcalde, la jornada más insignificante que pueda concebirse, enciende los ánimos y lleva a los bandos de la política al borde del combate. Al adversario no se le otorgan garantías ni se le reconocen méritos. Desde luego que el gran responsable de este clima no es otro que el comandante Chávez, en razón de su estilo oratorio.

Juan Parao, el negro guerrillero y heroico que engrandece la novelística venezolana en “Cantaclaro”, advertía siempre a Florentino Coronado que las palabras soltadas al azar se convertían en fantasmas. El comandante Chávez ha soltado tantas palabras desde el poder que sus fantasmas recorren hoy todos los caminos de Venezuela.

La oposición no ha puesto, desde luego, la otra mejilla.

Ha contestado, como era natural, con acrimonia agresiva.

El tono del discurso político no ha cesado de incrementarse o subir desde 1999 y de las palabras se ha pasado, como también es natural, a los hechos de violencia. Los últimos diez años ha vivido Venezuela una guerra civil sin armas, que como candela en verano ha cundido de crepitaciones los horizontes asombrados del país. No hay aldea, no hay barrio sin lenguas de fuego lanzando, voraces, sus candelas hacia los cuatro puntos cardinales.

El origen de esta situación que viene poniendo al país al borde de la guerra es complejo, pero fácil de entender. En Venezuela el petróleo ha terminado, tras casi noventa años de hegemonía económica, por convertirse en la única fuente de acumulación de capital. Ni la agricultura ni la industria permiten aquí acumular hoy grandes fortunas. Sembrando la tierra o transformando materias primas en productos terminados, se amasan capitales modestos tras esperas tan largas que mellarían la paciencia de un monje franciscano.

El petróleo en cambio puede hacer multimillonarios en 24 horas.

Cuando el señor Diosdado Cabello en menos de diez años hizo una fortuna que un banquero suizo calculaba en 21,5 millones de dólares, es una idiotez, para cualquier aspirante a millonario, escoger el camino de la industria y la agricultura.

Nace así la corrupción universal, agobiante, gigantesca, que caracteriza hoy a la sociedad venezolana. Conquistar el poder político, palanca única pero potentísima de enriquecimiento, es cuestión de vida o muerte para los grupos económicos. Hay una diferencia entre los gobiernos que se sucedieron hasta 1999 desde el punto de vista de la acumulación de capital y de la índole de la clase dominante y el gobierno de Chávez. AD, Copei y sus gobiernos, no intentaron crear su propia oligarquía, aprovecharon o se recostaron a la vieja oligarquía a la cual colmaron de ventajas.

Chávez por el contrario sí ha intentado crear su oligarquía, donde destacan hoy los señores José Ruperti, Rafael Sarría, Diosdado Cabello, José Vicente Rangel, entre otros.

La vieja oligarquía viene resintiendo ese encumbramiento de los favoritos del chavismo, formados a la vera del poder público en el último decenio. En Venezuela el Estado crea a la burguesía y no a la inversa, como aconteció en Europa y en América del Norte. La vieja oligarquía venezolana, aquella que pactó con los partidos el reparto del poder el 23 de enero, era también hija del Estado y como el Estado, al igual que Dios, sólo es uno, la guerra política tenía que ser el epílogo inevitable de esa situación. La vida pública del país se ha ido transformando, desde 1999, en una especie de gallera donde todos gritan porque los recién llegados que vienen escoltando a Chávez usan sin escrúpulos las ventajas del poder para enriquecerse y los otros se aferran, en un dramático forcejeo, a sus posiciones que van debilitándose hasta la agonía. Las sociedades mineras fueron siempre corrompidas. El barón de Humboldt decía, refiriéndose al Perú de su tiempo, que llevaba dos elementos contrarios a toda moral, el oro corruptor y el esclavo corrompido.

Las dos oligarquías, la chavista y la puntofijista, para llamarlas de algún modo, al acaparar como es inevitable todos los escenarios del poder, de la notoriedad y de la influencia, nos condenan a ser espectadores del contubernio mal avenido en que viven. Hay una cosa clara, esta pelea se parece más a las que libraban Al Capone y John Dillinger por el dominio de sus bandas en el opulento Distrito Nueve de Chicago.

La tragedia de Chávez y de sus enemigos es que no pueden utilizar el instrumento militar para resolver con el método clásico del golpe cuartelero y de la tiranía esta especie de trauma del poder que padece Venezuela. Un golpe de Estado hoy en nuestro país sería el comienzo de una guerra civil, esa vez sí de veras y no de simples palabras. El pueblo en nuestro país está armado, no es el pueblo desarmado del 24 de noviembre de 1948, cuando fue derribado Gallegos.

En peleas de calle la escopeta, la carabina y la pistola valen más que el cañón o la Ametralladora o se equiparan a ellos. Las barriadas de Caracas parecen hechas por un Dios travieso para que las masas populares puedan resistir a cualquier ejército y vencerlo.

Los yanquis, que siguen siendo los dueños de nuestro país -¿a dónde va casi todo nuestro petróleo, de donde viene el grueso de lo que importamos, a cuáles circuitos financieros están adscritos nuestros bancos y cuál es la moneda que constituye la reserva de nuestro bolívar?- auspiciaron el golpe del 11 de abril, pero en esos mismos días se espantaron, como se espantaron nuestros propios militares, al mirar el abismo que se los iba a tragar.

Cuando los talibanes de Afganistán tienen en jaque a Europa y a los Estados Unidos, cualquier barrio latinoamericano sería candidato a forjar una nueva Sierra Maestra. Entre tanto, bolivarianos y escuálidos riñen por la mascada. El agua no llegará empero al río. Mercaderes, así sean de la política, simulan guerras pero no las desencadenan.
Por: Domingo Alberto Rangel
http://www.laclase.info/nacionales/las-dos-oligarquias-y-la-posible-guerra-civil

Dr. Edgar Jaimes, Prof. Titular Jubilado del NURR-ULA, Trujillo
Varias son las respuestas a esta pregunta. Por parte del oficialismo se intensificará la autocracia y el autoritarismo de un régimen que ha venido reproduciendo, sistemáticamente, una nueva forma de dominación que se sustenta en una de las cualidades más importante de cualquier sistema democrático como es el ejercicio del sufragio directo, secreto y universal por parte de los ciudadanos.

Ciertamente, Hugo Chávez (HC) y su cúpula “cívico-militar” se jactan de dirigir el gobierno más democrático del mundo porque en diez años en el poder han realizado nueve elecciones entre referendos consultivos, elecciones Presidenciales, de Gobernadores y Alcaldes, de Asamblea Nacional y Consejos Legislativos Regionales, incluyendo el plebiscito efectuado el 15F-09. No obstante, durante ese tiempo el gobierno “chavista” también se ha dedicado a practicar, de manera aberrante, el irrespeto, la intolerancia y el abuso de poder en contra de quienes disienten de sus políticas neo-fascistas, contrarias a los principios que deben prevalecer en una verdadera democracia.


Además, mientras HC continúe concentrando el ejercicio del poder del Estado en la figura del Presidente de La República y, simultáneamente, interfiriendo la autonomía y competencia de otros entes gubernamentales (poder Judicial, Electoral, Legislativo y Ciudadano); las repetidas elecciones que se han dado hasta ahora y las que vengan en el futuro, continuarán siendo un fraude o delito de Estado continuado, que a la larga deslegitimarán a su gobierno.

Es oportuno que HC y su banda “cívico-militar” valoren el consejo dado por el insigne intelectual portugués y Premio Nobel de Literatura, José Saramago, quien señaló que: “El poder tiene sus riesgos, ya que no es necesario un poder absoluto para gobernar. Ante la posibilidad de un gobierno largo, puede ocurrir que se constituya en una casta que pierda con el tiempo la comunicación con el pueblo.” En síntesis, en lugar de continuar esgrimiendo un lenguaje que apuntala la discordia y el enfrentamiento entre los venezolanos con la finalidad de sembrar el odio como estrategia socio-político, debería considerar, en su justa dimensión, la pertinencia de estas sabias palabras.

En segundo lugar, los resultados obtenidos el 15F-09 deben llevar a los sectores opositores a un análisis socio-político profundo y realista toda vez que, si bien es cierto que se puso en evidencia un potencial electoral muy significativo por parte de dicha tendencia, también es claro que todavía hay un número significativo de venezolanos que ni avalan la gestión de gobierno de HC ni tienen confianza en el mensaje y las prácticas políticas de una oposición que sigue reproduciendo los vicios del pasado, entre los que destacan el burocratismo, el sectarismo y la carencia de un liderazgo con un mensaje que refleje no sólo una clara opción de éxito político-electoral sino que permita al pueblo prefigurar posibilidades reales de gestiones de gobierno que atiendan y resuelvan de manera eficaz , eficiente y oportuna los más sentidos problemas sociales, económicos, ambientales, entre otros, en procura de una calidad de vida adecuada para los venezolanos que más lo necesitan.

Ya basta de líderes políticos reaccionarios que despotrican del socialismo y del comunismo como sistemas socio-políticos que representan la alternativa al sistema capitalista expresado en sus dos acepciones: el mercantil y el de Estado. El hecho de que el régimen de HC se autoproclame como socialismo del siglo XXI, con base en una revolución bolivariana, pero que en la práctica lo que muestre sea la propia esencia del capitalismo salvaje; no son razones para descalificar al socialismo verdadero toda vez que este sistema socio-político se fundamenta en una visión que es diametralmente opuesta al nacional-socialismo militarista que es el sistema político que propugna HC mediante su revolución de pacotilla.

Es pertinente que la oposición entienda, de una vez por todas, que el socialismo constituye la única opción para lograr una sociedad en paz y de iguales, cuyo objetivo principal es el de procurar el bienestar humano bajo una visión integral compartida de la vida como base para alcanzar el desarrollo social auto-sostenible, sustentado en concepciones pluralistas, éticas y morales, dialógicas y comunitarias, cuyo objetivo final sea la justicia, la equidad, la solidaridad y la libertad de la gente, independientemente de sus diferencias sociales, raciales, de género, aptitudes físico-motoras, creencia religiosa, acervo histórico-cultural, actitud político-ideológica o militancia partidista.

Para que el mensaje opositor pueda surtir un real efecto motivador en el sector abstencionista y en algunos que todavía apoyan a HC, es indispensable formular una propuesta de democracia socialista basada en la visión compartida antes referida, lo cual requeriría de un nuevo liderazgo que sea capaz de elaborar un proyecto socio-político que gire en torno al desarrollo de una nueva moral ciudadana cuya escala de valores no esté representada por el poder económico, militar y político-partidista, y que tenga como guía la generación y mantenimiento de una “riqueza social”. Sólo así será posible desmontar el discurso populista de HC y de la cuarta república, vigente aún en la quinta república.

jaimes@ula.ve

Subscribete via email

Introduce tu e-mail y recibe nuevas publicaciones en tu correo:

Impartido por FeedBurner

Nota: Confirma tu suscripción en tu E-mail. sino esta en bandeja de entrada, puede que este como spam

EXPRESATE!

Buscar en el blog

Escribenos

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *