Congreso Cultural Cabimas 2008

Luis Vicente León
Es la época de la política de verdad y no la del micrófono.

La oposición requiere tres cosas para enfrentar a Chávez:
1) Mensajeros, 2) Mensaje y 3) Medios.

Mensajeros: La única manera de lograr un cambio estable en la opinión pública en contra de Chávez, es que una opción alternativa, no necesariamente unitaria, logre meterse en la mente de la población y le haga ver el riesgo que corre, en su propio pellejo, con las acciones radicales de la revolución. Tienen que ser capaces de capturar la atención de esas masas populares, para luego surgir como una alternativa concreta de poder, que se posicione muy por encima de la oferta actual, que se verá obligada a subordinarse a esta nueva opción o asumir el riesgo de ser barrida por su propio mercado político.

Lograr ese cometido exige varias cosas. La primera, es que la gente esté dispuesta a oírlos y para eso no es suficiente que tengan razón. Es irrelevante si han sido trabajadores insignes por la causa opositora o se han sacrificado por ella.

Aun con el mejor mensaje, intención, espíritu y background, los mensajeros son completamente inútiles si la gente hace cortocircuito con ellos al sólo verlos. Si antes de oírlos ya los catalogan, justa o injustamente, como: "representantes del pasado", "corruptos", "golpistas", "tramposos", "bichitos" o "pezcueceros", estos mensajeros están muertos antes del arranque. No los van a oír, aunque lo que digan sea importante, interesante y veraz. No hay forma de que conecten a las masas, porque su sola presencia los desconecta.

Los mensajeros tienen que ser frescos y cruzar transversalmente los diferentes sectores del país. Captar la atención de las masas populares y ser genuinos frente a ellas. Sin esto, es posible que no haya nada más de que hablar.

El Mensaje Frente a un mensaje chavista engañoso pero único, simple, adaptado a las masas y repetitivo, los opositores tienen el reto de presentar UN mensaje que toque la fibra de la población más pobre. Pero para lograrlo, deben entender lo que la mayoría busca y no lo que le importa a ellos mismos hablando con el espejo. No es la ley de educación lo que los mueve, sino el deterioro de la infraestructura de las escuelas del barrio; no es el deterioro de la salud como un genérico apuntalado por Barrio Adentro, sino el desastre de los hospitales públicos y el ruleteo de los enfermos y las parturientas; no es la inseguridad sino los malandros y policías que los matraquean, secuestran y asesinan; no es Chávez vete ya, es Chávez resuelve los problemas del país ya y deja de hablar tanta paja.

El Medio Chávez intenta controlar los medios de comunicación por la vía del terrorismo judicial. Su búsqueda es monopolizar los mensajes y ser el único que cuenta su historia en un país donde ya no se puede proyectar ni el pasado, porque él lo reconstruyó. La capacidad de la oposición para impedirlo es baja. Pero eso no significa que sus posibilidades de comunicación queden castradas. Es ahora cuando la oposición está obligada a hablarle cara a cara a la gente. Construir redes de comunicación a lo largo de todo el país, basado en el "boca a boca", las visitas a barrios, las reuniones comunales, los panfletos entregados en la mano, los papelitos, los mensajes de textos celulares, el Twitter y el Internet. Será la época de los múltiples héroes cotidianos, que están dispuestos a reunirse encapillados y marchar y correr y esconderse, una y otra vez y sentir que con este sacrificio individual se construye patria. Es la época de la política de verdad y no la del micrófono, que además de mala como sustituta del contacto directo, ya no es posible.

¿Fácil?, fácil no es pero la historia está llena de Davids fuñendo a Goliats, sobre todo cuando los chiquitos entienden que mientras más grandotes son los otros, más duro se dan al perder.